Realizadores del libro y cortometraje «Historia de un Oso», compartieron con estudiantes de los establecimientos educacionales más australes del planeta.

*Comunicado de la Seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de Magallanes y la Antártica Chilena.

El oso triste, solitario, que sufrió el encierro en un circo y que sedujo a los integrantes de la Academia de cine estadounidense el año 2016, llegó con su mensaje al fin del mundo.

Gracias al programa Diálogos en Movimiento del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, los realizadores del conmovedor cortometraje animado, que logró el primer Óscar para Chile, compartieron con estudiantes de la escuela de Puerto Toro, el poblado más austral del planeta y del liceo Donald Mc Intyre Griffiths de Puerto Williams.

Gabriel Osorio, director y Antonia Herrera, directora de arte de la pieza audiovisual, respectivamente, se reunieron este lunes y martes con alumnas y alumnos para contar detalles de la versión literaria de la obra y sobre la gestación, elaboración y éxito de la película. También se refirieron al ejercicio de memoria histórica del texto y la cinta (hechos con dibujos a mano, acuarelas, fotografías e imágenes 3D), que centran su relato en el dolor que padeció el abuelo de Gabriel (Leopoldo Osorio) a raíz del exilio sufrido durante la dictadura militar en Chile.

«Estamos muy contentos de llegar hasta acá. Nosotros que vivimos en Santiago perdemos un poco la perspectiva y nos cuesta imaginar cómo llega e impacta el arte en zonas tan aisladas. Nos gusta y nos motiva compartir este mensaje de empatía y derechos humanos que transmite esta historia», precisó Osorio, quien junto a un equipo de 15 creativos miembros del estudio de animación Punkrobot, llevó al cine la historia familiar.

«Una actividad que nos entregue cultura en este lugar tan apartado, es súper gratificante y significativo para los niños tener la oportunidad de estar con Antonia y Gabriel, con este maravilloso libro y cortometraje que nos entrega parte de la historia de nuestro país y de su vivencia familiar. Ha sido muy enriquecedor este acercamiento a la lectura», comentó la profesora de la escuela G-44 de Puerto Toro, Amparo Thiess, respecto de la experiencia que vivieron los cuatro alumnos del establecimiento educacional y los cuatro niños en edad preescolar que escucharon atentamente a los reconocidos realizadores, cuyo viaje hasta el aislado asentamiento se cristalizó gracias al apoyo de la Gobernación de la Provincia Antártica Chilena y la Armada de Chile.

«Junto al Ministerio de las Culturas, hemos traído a Puerto Toro la Historia de un Oso, que se ha plasmada en un libro y cortometraje. Esto también tiene un valor agregado, como lo es acercar a estos niños a la lectura y además sensibilizarlos a temprana edad con otras artes como la pintura y el cine. Agradecemos a la Seremi de las Culturas, por traer a los ganadores del Óscar a esta zona», recalcó el Gobernador de la Provincia Antártica Chilena, Nelson Cárcamo.

Las emociones vividas al enterarse de la adjudicación del premio Óscar, la convivencia con el selecto grupo de actores, directores y productores del cine mundial, la exhibición de la estatuilla y la perseverancia por alcanzar los sueños fueron los detalles del diálogo con los alumnos de la comuna de Cabo de Hornos.

«Me pareció muy bien que hayan llegado hasta acá. Tener a los ganadores del Óscar es muy especial. Además, esto nos sirvió para conocer el trasfondo del cortometraje y profundizar aprendizajes relacionados con migrantes y derechos humanos, que nos habían entregado a principios de año», dijo el alumno de segundo medio del liceo Donald Mc Intyre Griffiths, Felipe Rivas, sobre el diálogo que este lunes sostuvieron con los autores de la cinta.